El texto era este:
“El complejo español”
Existen ciertas tradiciones y comportamientos muy instaurados en la cultura española. Como casi siempre en estos casos, algunos de ellos son buenos, como la dieta mediterránea o el elevado número de donantes de órganos, y otros no tan buenos, como lo extendido que está el fraude fiscal o la alta tasa de abandono escolar. Entre la gran variedad de ejemplos existentes hay algunos que no entiendo. Por ejemplo, nunca he llegado a entender la razón por la que en ciertos aspectos nos consideramos muy superiores al resto de nacionalidades y, sin embargo, en otras cosas nos consideramos infinitamente inferiores.
Un ejemplo de nuestro elevado ego en algunas disciplinas es el deporte. No hay casi ningún español que dude de que a los españoles se nos dan bien los deportes. Sinceramente, no sé si esto es verdad o no. Es decir, no tengo pruebas objetivas que validen este razonamiento y, comparando nuestras aptitudes físicas con algunos países del norte de Europa o con algunos países africanos, creo que lo más probable es que no sea cierto. De todas formas, y por suerte para nosotros, el éxito en el deporte no se basa sólo en el físico, influyen también habilidades intelectuales que son mucho más difíciles de cuantificar.
Un ejemplo de lo contrario es el complejo español en lo relativo al mundo empresarial. En general,pensamos que no se nos da bien crear ni gestionar empresas. Además, asociamos el éxito empresarial de cualquiercompatriota a alguna de estas tres razones: a) actividades ilegales, b) tráfico de influencias o c) suerte. Al igual que con el caso anterior, tampoco tengo pruebas de que esto sea cierto o no, pero, por desgracia, no hace falta que existan pruebas de algo para que la mayoría de la población piense que es cierto.
Comparando ambos casos me surge la siguiente duda: si debido al éxito de algunos deportistas españoles damos por cierta nuestra habilidad innata para el deporte, ¿por qué no llegamos a la misma conclusión con el éxito empresarial? Es decir, si gracias al éxito de Nadal, Gasol, o la Selección Española de Fútbol pensamos que nuestros hijos pueden (y para muchos padres deben) triunfar en el mundo del deporte, ¿por qué no podemos pensar lo mismo viendo ejemplos como el de Amancio Ortega, Joan Roig o Ferrán Adriá?
Mi opinión es que, en general, nuestras aptitudes no difieren mucho de las de otros habitantes del planeta. La única razón por la que puede que existan más deportistas que empresarios de éxito en nuestro país es que estamos mucho más dispuestos a sacrificarnos para ganar Roland Garros que para montar una empresa que dé trabajo a 1.000 personas. ¿Seremos capaces de cambiar nuestras prioridades para conseguir solucionar nuestros (muchos) problemas? Llámenme optimista, pero yo estoy seguro de que sí.
Un ejemplo de nuestro elevado ego en algunas disciplinas es el deporte. No hay casi ningún español que dude de que a los españoles se nos dan bien los deportes. Sinceramente, no sé si esto es verdad o no. Es decir, no tengo pruebas objetivas que validen este razonamiento y, comparando nuestras aptitudes físicas con algunos países del norte de Europa o con algunos países africanos, creo que lo más probable es que no sea cierto. De todas formas, y por suerte para nosotros, el éxito en el deporte no se basa sólo en el físico, influyen también habilidades intelectuales que son mucho más difíciles de cuantificar.
Un ejemplo de lo contrario es el complejo español en lo relativo al mundo empresarial. En general,pensamos que no se nos da bien crear ni gestionar empresas. Además, asociamos el éxito empresarial de cualquiercompatriota a alguna de estas tres razones: a) actividades ilegales, b) tráfico de influencias o c) suerte. Al igual que con el caso anterior, tampoco tengo pruebas de que esto sea cierto o no, pero, por desgracia, no hace falta que existan pruebas de algo para que la mayoría de la población piense que es cierto.
Comparando ambos casos me surge la siguiente duda: si debido al éxito de algunos deportistas españoles damos por cierta nuestra habilidad innata para el deporte, ¿por qué no llegamos a la misma conclusión con el éxito empresarial? Es decir, si gracias al éxito de Nadal, Gasol, o la Selección Española de Fútbol pensamos que nuestros hijos pueden (y para muchos padres deben) triunfar en el mundo del deporte, ¿por qué no podemos pensar lo mismo viendo ejemplos como el de Amancio Ortega, Joan Roig o Ferrán Adriá?
Mi opinión es que, en general, nuestras aptitudes no difieren mucho de las de otros habitantes del planeta. La única razón por la que puede que existan más deportistas que empresarios de éxito en nuestro país es que estamos mucho más dispuestos a sacrificarnos para ganar Roland Garros que para montar una empresa que dé trabajo a 1.000 personas. ¿Seremos capaces de cambiar nuestras prioridades para conseguir solucionar nuestros (muchos) problemas? Llámenme optimista, pero yo estoy seguro de que sí.
(Marcos Alba Regidor, en El Mundo, 2013)
Y este es el comentario (en rojo anotaciones mías, o de otrxs compañerxs; las negritas las he puesto yo para señalar dónde está cada apartado; las líneas que se citan son las del texto impreso en la hoja de examen):
1a) El tema del texto es la actitud de los españoles, positiva ante el deporte, y negativa en el ámbito empresarial. [Otro posible: Marcos Alba desmonta ciertos estereotipos sobre las aptitudes —sobre todo, deportivas y empresariales— de los españoles]
La tesis se encuentra al final del texto (líneas 30-32), en las interrogaciones retóricas, por lo tanto, la estructura es inductiva. [también aceptaría circular, puesto que en el primer párrafo señala que muchos españoles se sienten superiores al resto, y en el último da su propio opinión acerca de ello, añadiendo que las aptitudes de los españoles no difieren en gran medida del resto.]
La progresión temática es enlazada porque parte de la idea del deporte para después hablar del tema empresarial, es decir, están conectados entre sí y se va aportando información conforme avanza el discurso.
1b) En cuanto a sus características, en el plano léxico-semántico podemos ver los siguientes campos semánticos, ligados claramente al tema: por una lado el deporte ("aptitudes físicas", "fútbol", "Gasol") y por otro lado el mundo empresarial ("gestionar empresas", "actividades ilegales", "tráfico de influencias", "Amancio Ortega"...). También observamos adjetivos valorativos que sirven para expresar la opinión del autor, por ejemplo: "elevado ego", "habilidad innata", "llámenme optimista", "infinitamente inferiores"... Marcos Alba utiliza un lenguaje sencillo para hacer comprensible el texto, y además aporta su subjetividad; se trata del lenguaje estándar propio del lenguaje periodístico. Hay varias enumeraciones: de personas (párrafo 4; aquí también hay una inferencia porque da por supuesto quiénes son esos personajes que nombra) y de las razones (connotativamente negativas) que asociamos a lo empresarial (párrafo 3, con letra y paréntesis): su intención es simplificar la lectura del artículo.
En el plano morfosintáctico encontramos verbos en primera persona de singular ("creo", "he llegado a entender") y de plural como "llegamos", "pensamos", "nos consideramos"... en presente de indicativo, para situar al lector en la actualidad e involucrarle en el texto, con la intención de persuadirle (función apelativa). Observamos verbos en presente gnómico (línea 10) para dar aire de imparcialidad al texto y que no parezca su opinión. También hay verbos impersonales que refuerzan esa impersonalidad, como "se nos da bien" o "triunfar" (líneas 16 y 25). Varias oraciones son subordinadas sustantivas, por ejemplo, por la que se pregunta en la el punto 3a.
En el plano pragmático-textual observamos diferentes marcadores que sirven para unir las oraciones y producir cohesión en el texto: ejemplificadores ("como", "por ejemplo"), explicativos ("es decir"), sumativos ("además", "y"), adversativos ("pero", "sin embargo")... Otros rasgos que podemos ver son los ejemplos que el autor utiliza para apoyar sus ideas: sobre todo cita a deportistas, como Nadal, y lo compara con empresarios, como Joan Roig. Encontramos también varias interrogaciones retóricas en las líneas 30-31 que instan al lector a hacerse esas preguntas.
1c) Este texto es periodístico, y de opinión, porque habla subjetivamente de las aptitudes de los españoles. Está publicado por el periódico de ámbito nacionel El Mundo, y lo firma Marcos Alba Regidor. Por su extensión (no es muy largo) parece una columna. La función lingüística predominante es la expresiva ("mi opinión", "creo"... nos da su punto de vista) y apelativa (el texto se cierra con un verbo imperativo dirigido a los receptores que refuerza este carácter conativo) para persuadir al lector. Por lo tanto es argumentativo, ya que prima la subjetividad por encima de la objetividad (aunque tiene algunos rasgos expositivos).
2) Marcos Alba Regidor expresa su opinión en este texto sobre cómo los españoles se sienten más seguros en el ámbito del deporte que en el ámbito empresarial. Sin embargo, cree que esa actitud podría cambiar y así se solucionarían muchos de los problemas del país.
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