Os cuelgo aquí una valoración crítica de una obra literaria de antes de la Guerra Civil. Se trata de un texto teatral, como el que tenemos para el jueves próximo, pero de otro autor: Federico García Lorca. Aunque no hayáis leído la obra, os servirá para saber cómo tenéis que redactar esta pregunta.
Y un par de pautas a seguir sobre cómo se hace esta pregunta: lo que se pide en la PAU son dos puntos:
- Localización de la obra en su contexto histórico y literario.
- Señalar los aspectos que más te hayan llamado la atención.
En cuanto al primer
punto, es una especie de “pregunta teórica” en la que hay que
poner contenidos de Historia de la Literatura. En el segundo, debéis
demostrar que habéis leído y conocéis la obra. Incidid en los
puntos más importantes, dando algunos detalles de la obra.
La casa
de Bernarda Alba, de Federico
García Lorca (lectura de la primera mitad del siglo XX)
- Lorca como figura del
27, renovador del teatro (junto con Valle Inclán), tanto formal como
temáticamente.
- Temas de su teatro
(esencialmente los mismos que en su poesía): la lucha por la
libertad, el amor y la muerte serán los motivos fundamentales del
teatro lorquiano. En sus obras sobresalen los personajes femeninos,
muchas veces reprimidos. Este gusto por el mundo femenino se enmarca
dentro de la atracción que sobre Lorca ejercen los grupos oprimidos
y marginados en los que proyecta la frustración social o metafísica
a la que les someten diversos yugos.
En sus obras funde
tradición y renovación, como era propio de la generación del 27.
Lorca permanece atento a las innovaciones de la vanguardia al tiempo
que recurre a elementos y referentes propios del folclore y los
mitos. Su teatro emplea con frecuencia la metáfora y el símbolo
(ejemplos que conocéis). El lirismo es un rasgo típico de su
producción dramática (Lorca dice: “El teatro es la poesía que se
levanta del ibro y se hace humana. Y al hacerse, habla y grita, llora
y se desespera. El teatro necesita que los personajes que aparezcan
en la escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo se les vean
los huesos, la sangre”), que se combina con una clara intención de
entrar en contacto con el pueblo y de actuar socialmente.
Lorca escribió farsas y
teatro de títeres (La zapatera prodigiosa,
Retablillo de don
Cristóbal…), un drama histórico en verso (Mariana
Pineda), teatro surrealista (El público
o Así que pasen cinco
años), pero sus obras más destacadas son Bodas
de sangre, Yerma y
La casa de Bernarda
Alba (1936). Las tres obras están ambientadas en la
Andalucía rural. En ellas, Lorca expresa el conflicto entre la
libertad, encarnada en los personajes, con sus sueños y sus anhelos,
y el principio de autoridad que ejerce la sociedad, regida por las
normas, las conveniencias y la falsa moral.
La casa
de Bernarda Alba se centra en
la tiranía moral y la represión sexual que Bernarda ejerce sobre
sus hijas: la madre les impone ocho años de aislamiento, llevando
hasta lo irracional las convenciones sociales sobre el luto. La
aparición de Pepe el Romano, dispuesto a casarse con la hija mayor,
Angustias (heredera del primer matrimonio de Bernarda), desencadena
el conflicto. Todas las hijas, a excepción de la menor, Adela,
aceptan las disposiciones de su madre. Adela es un personaje rebelde,
típico de Lorca, en el que se presenta la oposición entre la
autoridad y el deseo.
Ambientada en un momento
contemporáneo al autor, supone una reflexión crítica sobre las
costumbre de su época. La tiranía del honor y de las normas
sociales, representada en la figura de Bernarda, ahoga las ansias de
libertad y de vida inherentes al ser humano que encarna el personaje
de Adela. La lucha por alcanzar los propios deseos en una poderosa
sociedad hostil a la felicidad del individuo termina en el fracaso
trágico (que en la obra se concreta en la muerte) del que desafía
lo establecido.
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