miércoles, 27 de abril de 2016

Cambiar todo para que nada cambie

Os pongo un enlace a una noticia que ha salido hoy sobre la Selectividad del próximo curso. No sé hasta qué punto es "oficial" lo que se dice en este artículo, pero sí conviene que lo tengáis en cuenta.

Otro texto de ayer, uno no sabe si irónico o no, del humorista Joaquín Reyes.

Y un tercero sobre otro tema que creo importante: la conciliación familiar.

Y como todos los enlaces que he hecho son del mismo periódico, también añado otro artículo, de Vicenç Navarro, en el que reflexiona sobre dicho rotativo y la libertad de prensa en nuestro país.

viernes, 22 de abril de 2016

Atlas cervantino

Os pongo un enlace a la noticia del ABC en la que se siguen los lugares citados por Cervantes en sus varios libros.

lunes, 18 de abril de 2016

Comentario de texto E

Propongo que hagáis este comentario de texto para este viernes 22 de abril y me lo entreguéis, como máximo, ese día. Será el último trabajo que mando para hacer en casa porque luego ya vendrán los exámenes y no quiero interferir en vuestros estudios. Tenéis que hacer las preguntas 1 (a, b, c) y 2 del comentario de texto tal como lo piden en las últimas PAU (y como lo pido yo en mis exámenes). Si alguien no sabe a qué preguntas me refiero (a estas alturas) que me pregunte en el aula.
De este modo, suplo el comentario de texto que mandé para antes de semana santa y que olvidé colgar en el blog.

Un saludo.

TEXTO

Hace unos años, paseando por las inmediaciones de Granada, oí cantar a una mujer del pueblo mientras dormía a su niño. Siempre había notado la aguda tristeza de las canciones de cuna de nuestro país; pero nunca como entonces sentí esta verdad tan concreta. Al acercarme a la cantora para anotar la canción observé que era una andaluza guapa, alegre sin el menor tic de melancolía; pero una tradición viva obraba en ella y ejecutaba el mandato fielmente, como si escuchara las viejas voces imperiosas que patinaban por su sangre. Desde entonces he procurado recoger canciones de cuna de todos los sitios de España; quise saber de qué modo dormían a sus hijos las mujeres de mi país, y al cabo de un tiempo recibí la impresión de que España usa sus melodías para teñir el primer sueño de sus niños. No se trata de un modelo o de una canción aislada de una región, no; todas las regiones acentúan sus caracteres poéticos y su fondo de tristeza en esta clase de cantos, desde Asturias y Galicia hasta Andalucía y Murcia, pasando por el azafrán y el modo yacente de Castilla. Existe una canción de cuna europea, suave y monótona, a la cual puede entregarse el niño con toda fruición, desplegando todas sus aptitudes para el sueño. Francia y Alemania ofrecen característicos ejemplos, y entre nosotros, los vascos dan la nota europea con sus nanas de un lirismo idéntico al de las canciones nórdicas, llenas de ternura y amable simplicidad.

Federico García Lorca Las nanas infantiles. (1928)





domingo, 10 de abril de 2016

NADA

Os enlazo a este artículo que ha salido hoy sobre Carmen Laforet, una novelista excepcional de posguerra, en el ABC.

Un comentario de los difíciles

Os cuelgo un texto bastante difícil de analizar. Para el/la que se atreva. Sobre todo desde el punto de vista del ¿narrador?

1.744
Juan José Millás, El País, 8 de abril de 2016
Ya confesé hace tiempo que soy amigo de un columnista de la competencia que a veces me escribe estos artículos porque yo, en ocasiones, escribo los suyos. Es muy socorrido si caes en una depresión o tienes un par de semanas ajetreadas. ¿Que por qué lo confieso públicamente? Pues porque nadie en su sano juicio se lo creería. A mi amigo, sin embargo, le asustan estas manifestaciones. Teme que en su empresa descubran el pastel y lo despidan. Tiene una idea monstruosa de lo verosímil. Esta columna me la está escribiendo él en uno de esos ataques de pánico que nos empujan hacia aquello que tratamos de evitar. Se abraza a lo que teme. Significa que este texto no es de Millás, sino mío (el amigo del otro periódico). Pero lo escribo a la manera del famoso autor valenciano porque, como expliqué en otra ocasión, cada uno ha estudiado a fondo los rasgos de estilo del otro.
Si vuelven a leerlo desde el principio, verán que no hay una sola línea que no sea identificable con el registro del que lo firma. Debo decir que también él clava los míos, aunque los contamina de su simpleza. Millás me perdona que diga estas cosas porque fortalecen la idea de que quizá dos locos que trabajan en periódicos distintos hayan llegado a un acuerdo tan inusual. Él está ahora promocionando una novela y tiene una agenda diabólica. No llega a todo el pobre. Ya me devolverá el favor (le gusta más escribir en mi estilo que en el suyo). El problema es que a uno de los dos le han rebajado un 10% el sueldo y el afectado pretende que repartamos esa pérdida. El otro cree que no es justo. Lo cierto es que las uniones más sólidas se pierden a veces por cuestiones de dinero. ¿Qué digo a veces? Siempre, siempre. Y con esto acabo: 1.744 caracteres clavados.

Ejemplo de comentario corregido

Mutaciones


Julio Llamazares, 16 de octubre de 2014, El País
Vengo de Italia sobrecogido. En la mutación continua que como especie estamos experimentando los humanos desde la aparición del teléfono móvil, ese aparato que acerca a los que están lejos y aleja a los que están cerca y que últimamente sirve incluso para hablar, el último escalón ya no es el selfie (autofoto en español) sino el teleselfie o autofoto a distancia, algo que se consigue con ayuda de un nuevo aparato, una especie de bastón articulado al estilo de los de los montañeros en cuya punta lleva un resorte en el que se encaja el móvil y que permite una visión panorámica del fotografiado. O sea, de uno mismo.
Lo que se consigue así es no solo aparecer en todas las fotos (que luego se trasmiten por la Red a los conocidos, les interesen o no, incluso a los desconocidos, pues la Red las rebota ad infinitum por el espacio etéreo), sino que el mundo quede detrás de uno a la manera de los decorados de las fotografías antiguas o de los trampantojos paisajísticos de los retratos de cámara de reyes o de aristócratas. Ello no tendría interés (si ya no reparamos en la borrachera de egolatría y de narcisismo que suponen como género los blogs, los tuiters o los whatsapp, ¿cómo vamos a hacerlo en la que implica estar fotografiándose uno a sí mismo continuamente?) si el teleselfie no supusiera también una nueva mutación antropológica, pues obliga a estar de espaldas al monumento u objeto de nuestro interés, ya sea este el Coliseo, el balcón del Vaticano o la Fontana de Trevi. Con lo que ahora los sitios turísticos no solo están atestados de japoneses que lo fotografían todo, sino que la mayoría lo hacen de espaldas, dándole la vuelta a un mundo en el que de repente uno queda descolocado de nuevo.
Y yo preocupado por el más allá.
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Os copio a continuación una recombinación de varios comentarios de texto hechos por vosotras en el último examen (con algunas modificaciones) que mejor cumple con las características que os pido en clase para analizar un texto.
1.a. El tema principal son los cambios sociales –¿biológicos?– derivados del uso del móvil y las redes sociales. Tiene una estructura deductiva puesto que ya desde el principio plantea la tesis, y luego la desarrolla con ejemplos.
1.b. En el plano morfosintáctico, hay que destacar el verbo que abre el texto, "vengo", conjugado en presente de indicativo, primera persona de singular. Digo que hay que destacarlo porque el autor se incluye directamente en lo que dice y además añade que lo que va a contar es una experiencia personal, algo que ha vivido y esto contribuye a acentuar la función emotiva (afirma que viene "sobrecogido"). A continuación, el autor emplea un "estamos experimentando", con el que incluye a los lectores en su discurso, de modo que estos se sientan identificados y también se replanteen lo que está ocurriendo en la sociedad a causa del uso de los móviles. En este primer párrafo aparece también la 3.ª persona del singular ya que el autor está describiendo la sociedad actual, pero lo hace mediante pasivas reflejas ("se consigue", "se encaja") que aportan cierto aire impersonal a dichas afirmaciones. 
En el segundo párrafo se entremezclan verbos en tercera persona, que ayudan a continuar con la descripción de hechos, pero que al mismo tiempo están ayudando a la argumentación del texto. Podemos destacar también algunos determinantes posesivos que pretenden incluir al lector, como "nuestro interés". También se usa la impersonalidad en el pronombre "uno" que emplea al final de este párrafo.
El último párrafo, breve y rotundo, sirve de contrapunto a todo lo argumentado anteriormente: vuelve al yo, un yo preocupado por el más allá, pero que ha sentido la necesidad de hacer un paréntesis para reflexionar sobre el más acá de los "selfies".
En el plano léxico-semántico se puede observar el uso de sustantivos algo despectivos (por la manera en que los usa el Llamazares), ejemplo de ello es "ese aparato" (refiriéndose al móvil), "especie de bastón" (para describir con tono burlón el palo de selfie, tan usado hoy día). Se puede decir que, en general, en el segundo párrafo predomina una idea que sirve como argumentación al final del texto. Esta idea se refiere a que ahora los nuevos avances de la tecnología a la hora de hacer fotos es que en verdad no prestamos atención a lo que en verdad fotografiamos; esto le sirve al autor y pone el ejemplo de unos japoneses que él vio delante de un monumento importante, haciéndose una foto, y sin atender al monumento en el que estaban, al que daban la espalda. 
Volviendo al primer párrafo, en la tercera línea Llamazares establece un juego de palabras cuando dice «acerca a los que», lo cual ayuda a conseguir también un lenguaje cercano a lo poético y que llama la atención, característica propia de este escritor. Destacan estructuras coloquiales como el conector explicativo "o sea" (hacia el final del primer párrafo). Asimismo se aprecian abundantes construcciones valorativas, como, por ejemplo, "espacio etéreo", "borrachera de egolatría", "mutación antropológica" (con claro sentido irónico). El juego de palabras que se da al principio del segundo párrafo entre "conocidos" y "desconocidos" o el latinismo "ad infinitum" dejan entrever el estilo literario que impregna el texto. Entre los campos semánticos que encontramos están el de la tecnología: "móvil", "aparato", "selfie", "fotografía"... así como el de la sociedad o la antropología ("mutación, especie, experimentando, escalón, humano, antropológicos", etc.) o el de los monumentos o lugares turísticos, como "Coliseo", "Fontana de Trevi", "Balcón del Vaticano"... Este tercer campo semántico le sirve al autor para relacionar el tema del texto con una experiencia personal que abre y cierra el texto: un viaje a Italia.
En el plano pragmático-textual, podemos destacar deixis externas, cuando menciona,  precisamente, esa "Italia" de la que viene Llamazares, o el adverbio "ahora", que ciñe el texto a la fecha en que se publicó. Ya hemos mencionado algunos marcadores, como "o sea", al que podemos añadir "así", "también" o "pues", entre otros. También señalar como el título, "Mutaciones", ancla el campo semántico comentado de la evolución de las especies darwiniana a los avances tecnológicos, pero de forma irónica, dando coherencia al conjunto.
1.c. Por todo esto, es un texto periodístico de opinión, en concreto, una columna, debido a la extensión que tiene. Predomina la argumentación, por lo dicho en los puntos anteriores, ya que el autor está dando continuamente su opinión: funciones emotiva y apelativa. Otro dato que ayuda a saber que es una columna es que aparece el nombre del escritor, el periódico y la fecha en que fue publicada.
2. El texto trata de las consecuencias del uso del móvil en nuestra vida cotidiana. En concreto, describe de forma irónica las fotografías en las que aparece el fotógrafo ("selfie") y esto le sirve para hacer una crítica de la adicción que hay a colgar imágenes en la Red, y a fijarnos en nosotros mismos, mientras damos la espalda a verdaderos monumentos históricos.



martes, 5 de abril de 2016

COMENTARIO DE TEXTO D

Agria leche

Los grandes problemas humanitarios precisan respuestas que reconcilien a las naciones

David Trueba (5 de abril de 2016) El País

“En cualquier tiempo y en cualquier terreno siempre hay un hombre que anda tan vagabundo como el humo, bienhechor, malhechor, bautizado con la agria leche de nuestras leyes. Y él encuentra su salvación en la hospitalidad”. Así comienza la Oda a la hospitalidadque escribió nuestro poeta Claudio Rodríguez. La agria leche de nuestras leyes llovió ayer sobre los refugiados que se hacinan en la orilla griega, también vagabundos, también humo, para quienes carecemos del don de la hospitalidad. Esta es una larga historia, que comenzó con la destrucción de algunos países bajo las bombas humanitarias y prosiguió con la sanguinaria guerra civil a tres bandas en Siria. La mayoría de los que escapan del desastre no tenían, cinco años atrás, planes de fuga, sino un empeño humilde por sacar adelante la familia y el futuro raquítico que su país les ofrecía. Su plan ahora es distinto, escapar, llegar al norte, sacrificarse hasta la última gota de sudor para que sus descendientes tengan una perspectiva decente. Este es el único plan de un emigrante.
A estas alturas ya sabemos que la magnitud de la ola de refugiados resultó insostenible para las políticas nacionales que se aglomeran en Europa. Los líderes locales responden a electores preocupados, acosados por la crisis, la inseguridad y el pánico. Sin embargo, desde el verano pasado la ausencia de un plan razonable, de un digno sentido de la solidaridad, ha ido propiciando que tarde y mal se llegara a esta solución siniestra que incluye un socio nada de fiar como Turquía, una contención fronteriza en un país tan roto como Grecia y un chorreo de millones de euros que no se destinará a las necesidades básicas de las personas, sino a su zarandeo. El reparto ordenado de unos cuantos miles habría servido para garantizar la autoestima de una Unión Europea que ahora solo aspira a ser comprendida en su impotencia. Y así entendemos el silencio de Merkel tras su apoteósico cuarto de hora como reina madre de la hospitalidad. La hicieron callar, nos hicieron callar y el miedo se puso al mando.
Los grandes problemas humanitarios precisan respuestas que reconcilien a las naciones, que permitan a los ciudadanos mirarse en el espejo de sus instituciones y encontrar rasgos de dignidad. Nadie aspira, salvo los iluminados, a resolver un problema de magnitud tan inabarcable, pero sí a dar signos, por pequeños que sean, de auspicio y generosidad. Se confirma lo que Claudio Rodríguez también escribió en otro poema: “Es el tiempo, es el miedo, los que más nos enseñan nuestra miseria y nuestra riqueza”.