«los
jóvenes, digo, Ministro, no saben ni lo que quieren, que en esta
bendita paz que disfrutamos les ha resultado todo demasiado fácil,
una guerra les daba yo, tú me dirás, que nunca han vivido como
viven hoy, que a nadie le faltan cinco duros en el bolsillo, que es
lo que yo pienso, que el tener les hace orgullosos, que ¿qué diréis
que me hizo el muchacho de Paco esta tarde? […] muy sencillo, al
acabar el cacerío, le largo un billete de cien, veinte duritos,
¿no?, y él, deje, no se moleste, que yo, te tomas unas copas,
hombre, y él, gracias, le he dicho que no, bueno, pues no hubo
manera, ¿qué te parece?, que yo recuerdo antes, bueno, hace cuatro
días, su mismo padre, Paco, digo, gracias, señorito Iván, o por
muchas veces, señorito Iván, otro respeto, que se diría que hoy a
los jóvenes les molesta aceptar una jerarquía, pero es lo que yo
digo, Ministro, que a lo mejor estoy equivocado, pero el que más y
el que menos todos tenemos que acatar una jerarquía, unos debajo y
otros arriba, es ley de vida, ¿no? […] la crisis de autoridad
afecta hoy a todos los niveles»
No hay comentarios:
Publicar un comentario