lunes, 15 de marzo de 2021

Acerca de

  Javier Cercas habla de su última novela. «Siempre he intentado escribir novelas fáciles de leer y difíciles de entender». «Borges dice que todas las novelas son novelas policiales, y en mi caso es una evidencia». (Pinchar enlace en el apellido del escritor.)

Relato de los 4 temas (en los que sintetiza BORGES todo lo escribible)

 LOS CUATRO CICLOS

Cuatro son las historias. Una, la más antigua, es la de una fuerte ciudad que cercan y defienden hombres valientes. Los defensores saben que la ciudad será entregada al hierro y al fuego y que su batalla es inútil; el más famoso de los agresores, Aquiles, sabe que su destino es morir antes de la victoria. Los siglos fueron agregando elementos de magia. Se dijo que Helena de Troya, por la cual los ejércitos murieron, era una hermosa nube, una sombra; se dijo que el gran caballo hueco en el que se ocultaron los griegos era también una apariencia. Homero no habrá sido el primer poeta que refirió la fábula; alguien, en el siglo catorce, dejó esta línea que anda por mi memoria: The borgh brittened and brent to brondes and aske [1]. Dante Gabriel Rossetti imaginaría que la suerte de Troya quedó sellada en aquel instante en que Paris arde en amor de Helena; Yeats elegirá el instante en que se confunden Leda y el cisne que era un dios.

Otra, que se vincula a la primera, es la de un regreso. El de Ulises, que, al cabo de diez años de errar por mares peligrosos y de demorarse en islas de encantamiento, vuelve a su Ítaca; el de las divinidades del Norte que, una vez destruida la tierra, la ven surgir del mar, verde y lúcida, y hallan perdidas en el césped las piezas de ajedrez con que antes jugaron.

La tercera historia es la de una busca. Podemos ver en ella una variación de la forma anterior. Jasón y el Vellocino; los treinta pájaros del persa, que cruzan montañas y mares y ven la cara de su Dios, el Simurg, que es cada uno de ellos y todos. En el pasado toda empresa era venturosa. Alguien robaba, al fin, las prohibidas manzanas de oro; alguien, al fin, merecía la conquista del Grial. Ahora, la busca está condenada al fracaso. El capitán Ahab da con la ballena y la ballena lo deshace; los héroes de James o de Kafka sólo pueden esperar la derrota. Somos tan pobres de valor y de fe que ya el happy-ending no es otra cosa que un halago industrial. No podemos creer en el cielo, pero sí en el infierno.

La última historia es la del sacrificio de un dios. Attis, en Frigia, se mutila y se mata; Odín, sacrificando a Odín, Él mismo a Sí Mismo, pende del árbol nueve noches enteras y es herido de lanza; Cristo es crucificado por los romanos.
                            
Cuatro son las historias. Durante el tiempo que nos queda seguiremos narrándolas, transformadas.


[1] El verso en inglés medio quiere decir La fortaleza rota y reducida a incendio y cenizas. Pertenece al admirable poema aliterativo Sir Gawain and the Green Knight, que guarda la primitiva música del sajón, aunque fue compuesto siglos después de la conquista que dirigió Guillermo el Bastardo [Nota del autor].

domingo, 21 de febrero de 2021

Algunas consideraciones sobre el último parcial

Aprovecho esta entrada para comentar algunos errores que he encontrado en vuestras últimas pruebas evaluables.

- En varios exámenes me encuentro un uso abusivo —y muchas veces erróneo— de las formas «el cual, la cual, los cuales, las cuales». No llevan tilde casi nunca, y generan proposiciones adjetivas que deben ir entre comas. Pero sobre todo, me preocupa que son construcciones que apenas usáis en vuestra vida cotidiana y cuando os lanzáis a emplearlas en mis exámenes, suelen estar mal utilizadas. Es mucho más fácil que empleéis el pronombre relativo QUE, al que estáis mucho más acostumbrados. Y si queréis ponerlas en uso, con un extra de atención y precaución.

- Algo preocupante: hay personas que me ponéis en el tema de Luces de bohemia que es una novela, o llamáis capítulos a sus escenas. Esto es un error grave porque deja traslucir que tenéis un lío bastante serio con los géneros literarios, que son conceptos esenciales de mi materia. En la próxima clase trataré de aclarar estos conceptos con ejemplos, pero prestad atención cuando escribáis el tema de la lectura y que no os bailen estas categorías, por favor.

- También he detectado que tenéis un poco de lío entre lo que es escribirpublicar (un texto) y estrenar (una obra). Lo explicaré también en la próxima clase.

- Hay quien escribe «esque» junto: esto es un error puesto que se trata del verbo «es» y la conjunción «que», por lo que se debe escribir es que...

- En el comentario de texto, hay quien señala como sustantivos valorativos terrorismo o violencia. También aprovecharé una clase para desentrañar qué está pasando ahí.

lunes, 1 de febrero de 2021

Pena de muerte

Esta semana, os copio un poema de Ramón María de Valle-Inclán titulado «Garrote vil» y os enlazo a una canción de Javier Krahe sobre la pena capital (pinchad el enlace). Ya que vamos a debatir sobre nuestros queridísimos verdugos...


 ¡Tan! ¡Tan! ¡Tan! Canta el martillo,
el garrote alzando están,
canta en el campo un cuclillo,
y las estrellas se van
al compás del estribillo
con que repica el martillo:

¡Tan! ¡Tan! ¡Tan!


   El patíbulo destaca
trágico, nocturno y gris,
la ronda de la petaca
sigue a la ronda de anís,
pica tabaco la faca
y el patíbulo destaca
sobre el alba flor de lis.


   Áspera copla remota
que rasguea un guitarrón
se escucha. Grito de jota
del morapio peleón.
El cabileño patriota
canta la canción remota
de las glorias de Aragón.


   Apicarada pelambre
al pie del garrote vil,
se solaza muerta de hambre.
Da vayas al alguacil,
y con un rumor de enjambre
acoge hostil la pelambre
a la hostil Guardia Civil.


   Un gitano vende churros
al socaire de un corral,
asoman flautistas burros
las orejas al bardal,
y en el corro de baturros
el gitano de los churros
beatifica al criminal.


   El reo espera en capilla,
reza un clérigo en latín,
llora una vela amarilla,
y el sentenciado da fin
a la amarilla tortilla
de yerbas. Fue a la capilla
la cena del cafetín.


   Canta en la plaza el martillo,
el verdugo gana el pan,
un paño enluta el banquillo.
Como el paño es catalán,
se está volviendo amarillo
al son que canta el martillo.

¡Tan! ¡Tan! ¡Tan!








sábado, 16 de enero de 2021

Sabina Urraca

La otra tarde, pensando en el comentario de texto anterior, recordé esta charla TED (son miniconferencias de unos 15 minutos) de Sabina Urraca, autora de Las niñas prodigio, y editora de un libro reciente que me está encantando: Panza de burro de Andrea Abreu. Y he pensado que a lo mejor se pueden poner en relación el texto de Javier Aznar —lo que se espera de Hazard— y esta charla —lo que se esperaba de Sabina—: las expectativas.

https://www.ted.com/talks/sabina_urraca_como_escapar_de_la_nina_prodigio_jan_2017?language=es


Un fragmentito de Panza de burro:


lunes, 11 de enero de 2021

Comentario de texto para el blanco año nuevo (entrega para el viernes 15)

Placeres culpables

Con Mariano ocurre como con esas películas con las que parece que siempre hay que disculparse por adelantado por decir que te gustan. "Es una tontería, pero al final te ríes". Con el delantero del Madrid sucede algo parecido: "Mariano es lo que es, pero mete sus goles". Eso se escucha mucho. Como si el gol fuera un arte menor.

La risa en el cine es muy cara, como lo es el gol en el fútbol. Una vez conocí a un productor de teatro que, sin saber una sola palabra de francés, cada año se iba a París a ver los estrenos y decidía qué obras traía a España contando las risas del público: a partir de cierto número sabía que sería un éxito. Le daba igual si la obra tenía quince premios Molière o si la crítica la había despedazado. "No te hagas líos: la risa es lo que vende". Con Mariano es así. Hay delanteros de arte y ensayo como Benzema, premiados en Sundance, con un estilo propio y que dominan la técnica del plano secuencia; a todos nos gusta decir que nos gusta Benzema. Y luego está Mariano, que es como una película de The Rock: hay peleas, revolcones, empujones, explosiones y pocos mensajes memorables entre líneas. Pero no se siente menos que nadie.

La película que no termina de llegar a nuestras salas es la de Hazard. El "estado de forma óptimo" del belga empieza a ser como un país imaginario o la ínsula de Sancho Panza. Una idea, una utopía, un lugar inalcanzable. Con Eden sucede como con esas cosas especiales que reservas para el momento perfecto, y luego nunca acaba de llegar ese momento, y los meses van pasando, y de repente te encuentras comiendo bombones solo, poniéndote esa colonia para una videollamada o celebrando por todo lo alto el primer gol en un año de Hazard en Valdebebas y sin público. No tengo dudas de que Hazard es buenísimo. Lo que empiezo es a tener dudas de que él mismo se acuerde de que lo es. No sé ya si sufre del síndrome del impostor, o si lo sufro yo, pero desde que firmó por el Madrid me recuerda a ese disco de Guns N’ Roses que iba a ser una gran obra maestra, pero que nunca terminaba de salir, y que cuando finalmente salió, doce años después, ya nadie les estaba esperando. Ni siquiera los componentes de la propia banda.

(Javier Aznar, diario As, 22 de noviembre de 2020)