martes, 12 de febrero de 2019

5b LUCES DE BOHEMIA


Luces de bohemia se publicó por primera vez en la revista España en 1920, pero es en 1924 cuando aparece la versión definitiva con tres escenas añadidas (II, VI, XI).
La obra narra la última noche de la vida de Max Estrella, poeta ciego y miserable. Valle se inspiró en la figura del novelista Alejandro Sawa, al igual que hizo Baroja en El árbol de la ciencia con el personaje llamado Villasús. Lo cierto es que los últimos días y la muerte de este escritor impresionaron mucho al gallego.
Algunos estudiosos creen que la obra puede estar influenciada por la Divina comedia, de tal modo que Max se acompaña de Don Latino mientras se sumergen en lo más profundo de la noche, al igual que Dante desciende a los infiernos guiado por Virgilio.
En cuanto a la estructura del texto, la meditada organización le permite a Valle una progresión agobiante en la grotesca tragedia del protagonista. La obra se divide en tres partes: un preludio (escena 1) que presenta paralelismos con la escena XII (muerte de Max) y las escenas XIII-XV (suicidio de su mujer e hija). El cuerpo de la obra se basa en la peregrinación del poeta ciego por la noche madrileña (escenas II-XI); este bloque a su vez se puede subdividir en dos partes simétricas marcadas por el encuentro con el preso anarquista catalán, que podría estar basado en Mateo Morral, anarquista, autor del atentado contra Alfonso XIII en 1906. La última parte, tras la escena XII en la que se explica la teoría del esperpento, es un epílogo absurdo con el velatorio de Max, las conversaciones del cementerio y el final agónico de Don Latino.
El esperpento es la deformación y distorsión de una realidad inaprensible (los espejos del callejón del Gato). Algo muy importante es cómo Valle vació de razón, sentimiento y sensibilidad a los personajes, utilizando técnicas expresionistas como la animalización, cosificación o muñequización. Los hombres se transforman en perros, fantoches o peleles, como en algunas pinturas de Goya. El mayor fantoche del esperpento es Don Latino (caricatura de la bohemia, miserable y desleal). Pero el dramaturgo también ridiculiza a la burguesía (Zaratustra o el tabernero Pica Lagartos), a la policía (capitán Pitito, o los guindillas) o a los sepultureros (parodias de los de Hamlet); empleando para ello un amplio abanico de registros lingüísticos (verás cómo te cachondeo, es usted corrosivo, carcunda, llevar mancuerna, etc.).
Algunos personajes, como Max o el preso catalán, escapan de esta condición. Max es un personaje complejo y espléndido; es considerado un maestro por sus conocidos literatos; realiza reflexiones sobre la ruinosa situación de España de aquel momento, por ejemplo, cuando conversa con el anarquista. Trata temas vigentes hoy en día, como la represión policial o ciertos conflictos sociales. Se fustiga el capitalismo, la religión, las camarillas literarias, el periodismo, se critica la acción de las fuerzas del orden (la conocida «Ley de Fugas» que permitía disparar a un fugitivo), se burla de la Real Academia, o de escritores como Benito Pérez Galdós, al que llama Garbancero. Y sobre todo ello impera el tema fundamental de la muerte.
Merecen especial importancia las acotaciones, que son especialmente literarias muy elaboradasminuciosas y sugerentes: en ellas Valle-Inclán consigue introducir técnicas cinematográficas como el zoom. Una acotación muy impactante es la que describe a una madre con el cadáver de su hijo en brazos (Guernica literario).
En suma, todo parece resumirse en la siguiente frase de Max Estrella: «España es una deformación grotesca de la civilización europea».


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