Id haciendo el siguiente comentario de texto (tema, características, modalidad/tipología y resumen) porque lo vamos a ir corrigiendo en los próximos días.
El amateurismo puro nunca existió en el deporte desde su conversión a espectáculo. No postulo la reivindicación del amateurismo en el fútbol, puesto que sería utópico y ocioso hacerlo. El deporte siempre tuvo –en condición de espectáculo– un objetivo material en el ánimo de sus protagonistas. En forma de dinero, de trabajo, de distintos beneficios en su convivencia social, máxime cuando toda comunidad suele ser gustosa de tener ídolos y proteger a sus héroes. Esto ocurre desde hace siglos.
El hecho profesional en el deporte no escandaliza ni es en sí mismo un factor negativo. Incluso puede ser muy positivo y hasta muy educacional.
Pero si el fútbol profesional no rectifica el monto del dinero que pone en juego, puede darse por inevitable su cesantía universal como juego seductor de masas. No puede seducir lo que carece de alegría. El fútbol ha matado su alegría para dar paso a la afirmación de su “seriedad” e importancia comercial. No puede sonreír quien está angustiado; no puede hacer sonreír a otros quien no está en estado de ánimo de sonreír, puesto que lo absorbe la angustia…de lo serio que está jugando, valga la contradicción tan propia del fútbol en su actualizada manera de jugarse.
No es un problema el que muchos ganen “demasiado”.
Es un problema que haya demasiados que se están angustiando demasiado con lo demasiado que pueden perder de ganar en demasía.
¿Cómo reimplantar un “ánimo de juego” en el jugador?
Esencialmente, estableciendo la prioridad de reducir la circulación del dinero en el fútbol.
No postulo un profesionalismo pobre.
Tampoco un profesionalismo con jugadores mal pagados.
Solamente pagar bien para que se juegue al fútbol, que quiere decir pagar lo que el fútbol recauda y nada más. Pero no pagar las exageraciones capaces de convertir al jugador de fútbol en angustiado comerciante de sus pies.
Fútbol, dinámica de lo impensado, Dante Panzeri, 1967 (Ed. Capitán Swing)
No hay comentarios:
Publicar un comentario