«Esa conciencia doble del
idioma como objeto y operación permite evitar disquisiciones innumerables y
vagas en torno a una frase arquetípica, decodificable de forma aséptica según
categorías morfológicas, fonológicas, sintácticas y demás hasta hallar, ¡al
fin!, el núcleo ejemplar y vacío de su movimiento de sentido. No: la dinámica de la lengua está
siempre fuera de ella, inscripta en las formas legítimas y no de
participación, en el modo de disponer las tazas en una mesa, en la elección del
trayecto de una movilización, en el precio de la papa negra o de un barril de
crudo saudí, en un pizarrón recién pintado, en las modificaciones de la
telefonía celular, en los métodos con los que se administra una compañía de
telefonía celular, en los vínculos más o menos conocidos de esa compañía con
otras, etc. ¿Todo hay que tener en cuenta a la hora de relevar el sentido de un
sintagma? Sí, todo. Porque relevar un sentido en el nivel de la lengua es, por
supuesto, relevar la disputa por el sentido: relevar conflictos, jerarquías,
ofensivas, contraofensivas, consensos e imposiciones que hacen a la sociedad.
El tema es que esa dinámica foránea a la lengua
está en la lengua.»
Fragmento de un texto de Sergio Raimondi: "EL SISTEMA AFECTA LA LENGUA (Sobre la poesía de Martín Gambarotta)"
Un par de poemas de Martín Gambarotta:
El trueno, por decirlo así
habla por sí mismo.
El relámpago no habla.
Escribe.
La gimnasia no es gramática
el sistema afecta la lengua
república -- doctrina = trapo de piso.
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